Fonz despidió ayer tarde las fiestas del barrio de Santa Ana con un chapuzón en el gran tobogán gigante de 50 metros que hizo las delicias de niños y grandes que se deslizaron con flotadores.
Y tras combatir el calor con agua, la merienda a base de chocolate y después al teatro para ver ‘La zapatera prodigiosa’ de La Melinguera. La noche del sábado, la cena popular en el parque de Santa Ana reunió a 250 comensales que después bailaron en la verbena al ritmo de Gran Reserva.
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